sábado, 16 de enero de 2010

VEGETACION Y FLORA DEL REGATO

Por su interes histórico y ecológico aquí reproducimos un trabajo realizado por la Sociedad de Ciencias Naturales de Sestao

VEGETACION DEL REGATO

Introducción:

Es difícil elaborar, siquiera una síntesis de la vegetación de la zona cuando el paisaje que se nos ofrece está profundamente transformado, y el omnipresente asfalto puja por convertirse en elemento dominante.

Además del conocimiento de su medio físico (suelo, clima,) etc., es necesaria una buena dosis de imaginación, así como una mirada retrospectiva a su historia, para entender esta profunda transformación.

A pesor de ello, el barrio del Regato concentra en su geografía la mayor parte de la biodiversidad del municipio; no en vano se le denomina desde hace tiempo “el Pulmón de Barakaldo”.
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Geografia del Regato:
Ubicada en el municipio de Barakaldo, el área de estudio cuenta con una superficie de aproximadamente 10 Km. cuadrados. Su relieve es abrupto, con varias cadenas montañosas donde se sitúan las montañas más altas del municipio Arroletza, Burzako, Peñas Blancas, Apuko y Argalario de las que descienden profundos barrancos, a través de los cuales, discurren los ríos más importantes del municipio.

Entre los ríos y regatos que bañan su superficie, habría que destacar El Aguirtza, Oiola, Bengolea y Castaños que junto al Granada ya fuera del área de estudio, se unen para dar lugar al Galindo, y en cuyas cuencas se atesora buena parte de la biodiversidad, no solo de la zona, sino de todo el municipio.

Clima:

El clima del Regato es de tipo oceánico, al igual que en el resto de los valles atlánticos, con temperaturas suaves en verano y frescas en invierno, con pocas heladas y un nivel de precipitaciones entre los 1000 y1200Mm.aproximadamente.

Geología:

En cuanto a la geología, aunque el predominio de areniscas se hace patente en la mayor parte del municipio, existen algunos afloramientos calizos en la zona de Peñas blancas y al Sur del monte Argalario, así como suelos de aluvión junto a los ríos más importantes.

Vegetación y Flora:

Su vegetación potencial se corresponde con la del bosque atlántico caducifolio, con robledales ocupando la mayor parte de su superficie, salvo en los fondos de barrancos y márgenes de los ríos donde el bosque mixto y las alisedas serían las dominantes, aunque en algunas zonas debido a la suavidad del clima, mayor exposición solar y un sustrato adecuado estarían presentes algunas especies de carácter mediterráneo, así como algunos bosques de encinar cantábrico y en las márgenes de algunos ríos, se desarrollaría una interesante vegetación acuática.

La historia de este barrio, va indisolublemente unida a la de Barakaldo, municipio al cual pertenece y su transformación ha sido casi siempre consecuencia de distintas decisiones del municipio a lo largo de los años, sin embargo el Regato ha sido un barrio eminentemente rural, y sus habitantes se han dedicado fundamentalmente a la agricultura y ganadería.

Es a partir de la revolución industrial cuando la necesidad de carbón para la industria siderúrgica, va poco a poco mermando sus bosques y la explotación de diversas minas y canteras van dejando profundas cicatrices y escombreras, que delatan la profunda degradación que se va dando en la zona.

Con la siderurgia en auge y una fuerte demanda de mano de obra, la vida rural es abandonada por mucha gente que busca en la floreciente industria una vida menos penosa. Hacia la mitad del siglo pasado, el uso de algunos productos como el papel se va disparando y la demanda de materia prima para su elaboración, va a suponer un cambio decisivo en el paisaje ya que muchos montes, prados y terrenos agrícolas cambian de uso y los suelos más profundos, ricos y accesibles del barrio pasan a ser repoblados con pinos y eucaliptos.

Esta tendencia ha seguido, a lo largo de los últimos cincuenta años hasta llegar a la situación actual, perdiendo en el camino una buena parte de su patrimonio natural.

De los extensos robledales que antaño cubrían valles y laderas con suelos profundos, quedan pequeños rodales dispersos, mezclados con castaños y otras especies arbóreas, pudiéndose encontrar algunas manchas de cierta importancia en los alrededores del Regato, mientras el resto de su superficie ha sido reemplazado por bosques de coníferas, eucaliptos y roble americano, este último, sobretodo en las laderas del monte Argalario.

Los encinares, por ocupar laderas calizas y con escaso suelo la mayoría se mantienen en la actualidad aunque están formados por ejemplares de pequeño porte, encinas (Ilex aquifolium), madroños (Arbutus unedo), labiérnago (Phyllirea latifolia), laurel (Laurus nobilis), zarzaparrilla (Smilax aspera), etc., son algunas de las especies características. Este tipo de bosque se puede contemplar entre el barrio del Regato y Peñas Blancas, también existen pequeños fragmentos, en la cara sur del pico Argalario y algunos resaltes margoso calizos entre el Regato y Gorostiza.

En los barrancos de los ríos Castaños y Oiola, así como en otros más pequeños que se deslizan por las laderas del Argalario, Arroletza y Apuko, existen interesantes manchas de bosque mixto, con fresnos (Fraxinus excelsior), alisos (Agnus glutinosa), acebos (Ilex aquifolium), castaños (Castanea sativa), robles (Quercus sp.), sauces (Salix atrocinerea), etc., así como algunas alisedas bien conservadas. En algunas de ellas se pueden contemplar algunas especies de helechos de alto interés botánico como la Woodwardia radicans, Trichomanes speciosa, Stenogramma pozoi, Dryopteris aemula, etc. Así como otras especies como el helecho macho (Dryopteris affinis), helecho real (Osmunda regalis), Asplenium onopteris además de prímulas (Primula elatior), escilas (Silla lilio-hyacinthus), saxífragas (Saxifraga hirsuta), cardamines (Cardamine raphanifolia) etc.

Sin embargo, son las especies de repoblación las que ocupan la mayor parte de la superficie arbolada, Pino insignis (Pinus radiata) y eucalipto (Eucaliptus globolus) en la mayoría de los casos y roble americano (Quercus rubra) en menor medida, son las especies más utilizadas.

Sobre los suelos más pobres y ácidos o sometidos a quemas, pastoreo etc., dominan distintas comunidades de matorral, donde brezos (Erica sp.), argomas (Ulex europaeus) y helechos (Pteridium aquilinum) ocupan su espacio en función del tipo de suelo, humedad, grado de acidez o laboreo al que haya sido sometido.

Los roquedos siliceos, son pobres en especies, con algunos pequeños helechos como el culantrillo menor, (Asplenium trichomanes) ombligo de Venus (Umbilicus pendulinus) o especies de brezos, o silicícolas que aprovechan sus fisuras para instalarse. En los alrededores del Apuko y cara sur del monte Argalario, se pueden ver algunos ejemplos.
Sin embargo los zonas calizas, mantienen una flora mucho más rica y variada: Teucrio pirenaico (Teucrium pyrenaicum), siempreniña (Erinus alpinus), doradilla (Asplenuim ceterach), albahaquilla (Satureja acinos), tomillo rastrero (Thymus praecox) etc. son algunas de lasás frecuentes.

En torno a los caseríos todavía se mantienen algunos prados de siega que dan alimento a los cada vez más escasos animales , estos están formados fundamentalmente por diversas especies de gramíneas como cola de perro (Cynosorus cristatus), dáctilo (Dactylis glomerata), espiguilla de prado (Poa pratensis), raigrás (Lolium perenne) o grama de olor (Anthoxanthum odoratum),etc., las leguminosas son también especies abundantes, tréboles como trébol blanco (Trifolium repens) y trébol de prado (Trifolium pratense) así como arbejas (Vicia sepium), cuernecillo (Lotus corniculatus), látiro de prado (Lathyrus pratensis). lino silvestre (Linum bienne), diente de león (Taraxacum officinale), etc. son algunas de las más características.


Sin embargo, en los últimos tiempos, otro tipo de vegetación, procedente en muchos casos de países lejanos con un clima similar al de esta zona, va invadiendo bordes de ríos, caminos y descampados, aprovechando cualquier movimiento o alteración de terreno para instalarse. A este grupo de plantas se las denomina especies invasoras, y del control que sobre ellas se ejerza, va a depender en un futuro que especies autóctonas ahora abundantes puedan ser en un futuro desplazadas por ellas: Hierba de la pampa (Cortaderia selloana), budleya común (Budlejia davidii), planta de té (Bidens aurea), etc. son algunas de las más agresivas.

Para terminar, decir que a pesar del grave impacto que sobre la vegetación ha tenido el desarrollo urbano e industrial, en las partes mejor conservadas del Regato, viven algunas especies que por considerarlas amenazadas, se les ha dotado de una legislación especial para garantizar su protección:

La grasilla de Portugal (Pinguicula lusitanica) vive en rezumaderos y terrenos encharcados en ambas vertientes del monte Argalario y la cara norte de Apuko.

El narciso trompetero (Narcissus bulbocodium) y narciso de Asturias (Narcissus asturiensis) sobre repisas herbosas y herbazales con sustrato calizo en la zona de Peñas Blancas.

El helecho de colchoneros (Woodwardia radicans) helecho paleotropical y reliquia de la era Terciaria al igual que el Tricomanes speciosa , ocupan algunos barrancos sombríos con elevada humedad ambiental, contando el primero de ellos con poblaciones importantes por la zona en los barrancos Agirtza, Oiola y Castaños y llegando hasta el mismo barrio del Regato, mientras el “trichomanes” dispone de una única localidad.

El acebo (Ilex aquifolium), especie que debido a su recolección abusiva ha estado en peligro critico aunque en la actualidad ha experimentado una gran recuperación se encuentra disperso por la mayor parte de la zona.

A parte de estas especies reseñadas como de Interés Especial en el Catálogo Vasco de Especies Amenazadas, también mantiene una presencia discreta en la zona el Lirio del pirineo (Iris latifolia), pero éste por su escasez está catalogado como especie Rara.

Además de estas especies protegidas, están presentes dentro del área de estudio algunas plantas que aunque no estén sometidas a una legislación especial, por su rareza y escasez de efectivos en Bizkaia, merecerían ser tenidas en cuenta tanto ellas como sus hábitat:

Valeriana officinalis y Dianthus armeria en el barranco Bengolea, Ranunculus parviflorus, Lavandula latifolia, Neotinea maculata, Ophrys lutea, Ophyus Apifera Salvia verbenaca, etc. en la cara sur de Arnabal, Dactylorhiza Elata, y Sisyrrhinchium angustifoliun en Argalarioy los helechos Dryopteris aemula, Stenogramma pozoi, Osmunda regalis y Asplenium onopteris en los barrancos de Agirtza, Oiola y Castaños por citar algunas de las más importantea.

De todas formas, solamente la concienciación de la Sociedad en general y su apuesta por un desarrollo amable con el medio ambiente, pueden revertir la tendencia actual a favor de la conservación de nuestra flora, convirtiéndose en la mejor garantía de que el patrimonio natural que nosotros disfrutamos, pueda ser mejorado y legado a las futuras generaciones para su uso y disfrute.