martes, 15 de marzo de 2011

EGUZKI ANTE LA GRAVE SITUACION DE LAS CENTRALES NUCLEARES EN JAPON

Se da el caso de que el reactor 1 de Fukushima-Daiichi es similar al de la C.N. de Garoña tanto en diseño, en sistemas de seguridad como en tecnología y hasta se pusieron en marcha el mismo año (1971) lo cual vendría a confirmar la tantas veces denunciada obsolescencia de este tipo de centrales nucleares....

.....En consecuencia Eguzki quiere destacar que no hay criterios económicos, ecológicos ni democráticos que avalen el funcionamiento de Garoña. El cierre inmediato de Garoña es posible técnica y económicamente, de no optar por esta decisión, Zapatero y su gobierno serán corresponsables directos de todos los incidentes y accidentes que en el futuro puedan ocurrir en Garoña.

En primer lugar Eguzki quiere mostrar su solidaridad con el pueblo japonés por la catástrofe que ha sufrido por causas naturales, terremoto en primer lugar y tsunami después, además de la que está padeciendo en estos momentos como consecuencia de los destrozos y averías sufridos en diversas infraestructuras energéticas como son los incendios en refinerías ( 2 actualmente) y centrales nucleares.

Nos preocupan especialmente la situación de diversas centrales nucleares. Concretamente 4 grupos de centrales se encuentran en este momento en situación de emergencia: Fukushima-Daiichi, Onagawa, Fukushima-Daini y Tokai. Especialmente grave parece ser la situación de Fukushima-Daiichi donde hasta 3 de sus seis reactores están teniendo problemas muy graves que los podemos resumir en que: en el reactor 1 a volado la protección exterior del reactor generando fugas de gases radiactivos; por lo menos en 2 de ellas ( la citada unidad 1 y la 2 ) el gobierno japonés confirma la liberación de gases radiactivos, según dicen, para ayudar a enfriarlos; se ha producido la fusión parcial del núcleo en el caso del reactor 1 y 3. De no conseguir refrigerar los núcleos de los reactores se podría llegar a la fusión total de los mismos, en cuyo caso no encontraríamos en una situación que se asemejaría a la de Chernobil.

Dentro de la Escala Internacional de Eventos Nucleares (INES, por sus siglas en inglés), la explosión registrada este sábado en Fukushima Daiichi está considerada de nivel cuatro. En esta escala, el accidente de Three Mile Island, en Pensilvania, en 1979, está valorado de nivel cinco, mientras que el desastre nuclear de Chernobil en 1986, el más grave de la historia de esta industria, representa un siete sobre siete.

Pero más allá de la citada obsolescencia, la situación a día de hoy de las centrales nucleares japonesas hecha por tierra las afirmaciones de que las centrales nucleares cuentan con tecnología y sistemas de seguridad que las hacen infalibles y de la remota posibilidad de que ocurran accidentes de este tipo.

No es la primera situación por la que se ven comprometidas las centrales nucleares, basta recordar, sin ir más lejos que Vandellos-1 se cerró porque el terreno sobre el que se sustentaba no tenía la firmeza suficiente. Además es imprescindible que el Gobierno Japonés, el Gobierno Español y los organismos internacionales correspondientes, ante el goteo informativo, desgraciadamente habitual en estos casos, den información veraz y puntual de la situación de las centrales nucleares.

Se da el caso de que el reactor 1 de Fukushima-Daiichi es similar al de la C.N. de Garoña tanto en diseño, en sistemas de seguridad como en tecnología y hasta se pusieron en marcha el mismo año (1971) lo cual vendría a confirmar la tantas veces denunciada obsolescencia de este tipo de centrales nucleares.

A su vez es necesario recordar que el debate energético no se centra en que proporción del mix energético debe ocupar la energía nuclear sino que se debe basar en el ahorro energético, la eficiencia y la producción de energía por medio alternativos.

Respecto a la energía nuclear, debe primar la prevención ante dicha producción con riesgos muy graves para miles o millones de personas. Estos días se han demostrado que no pueden ejercerse las funciones de control, vigilancia y fiscalización del estado sobre plantas como Garoña, incluso tras medidas y anuncios de tranquilidad a la población. Garoña es una planta nuclear que debería haber estado cerrada hace mucho tiempo por vieja, por peligrosa, por innecesaria, por estar amortizada, porque lo demanda la sociedad, y por obligación con la promesa electoral.

En consecuencia Eguzki quiere destacar que no hay criterios económicos, ecológicos ni democráticos que avalen el funcionamiento de Garoña. El cierre inmediato de Garoña es posible técnica y económicamente, de no optar por esta decisión, Zapatero y su gobierno serán corresponsables directos de todos los incidentes y accidentes que en el futuro puedan ocurrir en Garoña.

Por lo tanto, exigimos al Gobierno Español y al Presidente J.L. Rodriguez Zapatero en particular que atienda a la demanda netamente mayoritaria de la sociedad vasca y cumpla de una vez su promesa electoral, cierre Garoña ya y planteen un programa de cierre de las centrales nucleares para acabar con esta energía sucia y peligrosa en el Estado.

GAROÑA ITXI ORAIN!!!