Eguzki exige a la alcaldesa, Amaia del Campo, que
fije fecha ya para una reunión "seria" de la Mesa de Trabajo para la
Variante Sur Ferroviaria (VSF) a la vuelta de vacaciones, toda vez que su
partido, el PNV, ha informado en sede parlamentaria de la retirada del actual
proyecto para diseñar un nuevo trazado, del que la consejera Arantza Tapia ya
reconoce que Barakaldo sera uno de los municipios más afectados no ya sólo en
su primera fase (Serantes-Olabeaga), sino también durante la fase 2, cuya
ejecución no está incluida en el acuerdo con el Gobierno español y, por tanto,
será motivo de otra negociación.
En el día grande de las fiestas de Barakaldo se cumplirá
un mes desde que la sra. Tapia realizara estas afirmaciones sin que la
alcaldesa ni el concejal de Alcaldía, Medio Ambiente y Participación, Gorka
Zubiaurre, hayan dado cuenta de ello a los colectivos integrantes de la Mesa. Si es un tema que no les preocupa,
sería grave. Si es que los responsables del departamento de Infraestructuras
del Gobierno vasco no les han dicho nada, darían a entender que les dan por
amortizados. Si es que no se han enterado, sería aún más grave.
Desde Eguzki queremos recordarle para qué y para quiénes
es su cargo. Es alcaldesa de Barakaldo y, por tanto, la defensa de los
intereses de este pueblo, de sus vecinos y vecinas, debiera ser su prioridad
por encima de cualquier otra cuestión o interés.
Es evidente que ahora tenemos la oportunidad de fijar
ante la Consejería las líneas rojas de lo que no es admisible para este pueblo
en el diseño de ese trazado. El escenario
para definirlas con los colectivos vecinales y ecologistas, además de
técnicos y representantes políticos, ya lo tenemos: la Mesa de Trabajo. Sólo
estamos esperando que el Equipo de Gobierno tenga ganas de trabajar en ello.
Es posible que el ejercicio de Participación que significa dar contenido
y reconocer funcionalidad a esta Mesa de Trabajo esté resultando excesivo a
quienes hace poco más de dos años lo incluyeron entre sus 15 promesas. En tal
caso, recomendamos que sean los primeros en apuntarse a esa Escuela de
Participación, anunciada por el sr. Zubiaurre. Una escuela cuya definición y
diseño se anuncia que depende de una empresa contratada y no del diálogo con el
tejido social, sindical, político... Mal inicio.