Han pasado ya 10 meses desde la apertura de la
SuperSur y ya se empiezan a conocer los primeros balances económicos y de
utilización. Los ecológicos desgraciadamente se conocían desde el principio.
Desde un inicio organizaciones y plataformas ecologistas avisaron que,
además de los destrozos medioambientales que iba a provocar, según los propios
estudios de la Diputación de Bizkaia (gobernada por el PNV) la SuperSur sólo
iba a recoger un 6 % del tráfico que pasaba por la A-8. También
avisábamos de la dificultad para que vehículos pesados la utilizaran teniendo
en cuenta el precio del peaje....
A pesar de eso, el
partido del cemento, el PNV, optó por seguir adelante con esta infraestructura
faraónica que nos ha costado a todos y todas las vizcaínas 900 millones de
euros. Y ahora llega la hora de hacer balance: su utilización diaria se queda
en un 48,8 % de lo previsto (11.515 vehículos frente a los 23.700 previstos) y
respecto a la utilización de vehículos pesados su utilización es el 30% de lo
previsto (2.564, frente a las previsiones de 9.400).
Por lo que respecta a
los camiones la Diputación se ha visto obligada a negociar con las asociaciones
de transportistas por el boicot que estas hacían a la utilización de la
Super-Sur ante el elevado precio del peaje. El acuerdo alcanzado obliga a la
Diputación a devolver 600.000 euros a los transportistas que hasta ahora la han
utilizado.
Para nosotr@s lo más
importante son los irreversibles destrozos ecológicos provocados por una
infraestructura innecesaria que no soluciona el problema que supuestamente
debía haber solucionado; los atascos en la A-8 entre Muskiz y Bilbo.
¿Qui Prodest?
Y ahora viene la
pregunta; si el PNV sabía que iba a estar infrautilizada, si sabía que iba a
ser deficitaria y que los destrozos ecológicos iban a ser enormes (seguro que
esto último no les preocupaba demasiado) ¿por qué ha seguido adelante con ella?
En primer lugar porque
el dinero era público, es decir puesto a escote por tod@s. En segundo lugar
porque los beneficiarios claros de este tipo de infraestructuras son los
empresarios del sector que la construye y que la gestiona. Y por
supuesto las relaciones entre empresarios y
políticos son muy fluidas. Y por último, porque a pesar del evidente
despilfarro de dinero público nadie les va a juzgar por negligencia. Este despilfarro es un deporte nacional.
La excusa de la crisis
se está utilizando para eliminar derechos laborales y sociales así como para
privatizar servicios básicos como la enseñanza o la sanidad, todo a mayor
gloria del capital privado. En la misma línea, la utilización masiva de dinero
público en la construcción de grandes infraestructuras como la SuperSur, el
Tren de Alta Velocidad, etc. que son innecesarias socialmente, deficitarias
económicamente y destructivas ecológicamente es otra forma de fraude a la
sociedad vasca.
El daño esta hecho, los
parajes naturales que han destruido son irrecuperables y podemos decir que las
previsiones que se hicieron desde el espacio ecologista se van cumpliendo punto
por punto. Y aunque suene mal repetirlo: lo dijimos.
Eguzki.
Euskal Herriko talde ekologista eta
antinuklearra.
2012ko uztaila
Informazio gehiago: EH Bildu subraya que la Supersur genera pérdidas mientras no se ejecutan otras obras