domingo, 12 de noviembre de 2017

EGUZKI propone chequear el estado de todo el arbolado urbano de Barakaldo.


Hace unos días el Área de Urbanismo, Infraestructuras y Servicios Municipales confirmó que se procederá a la tala de cerca de un centenar de árboles en Barakaldo por la detección de "un debilitamiento de su tronco" y por el peligro que ello puede suponer para los viandantes. Ante esto, EGUZKI ha transmitido la conveniencia de realizar un chequeo de la totalidad del arbolado para conocer la situación real a día de hoy y analizar y planificar una solución definitiva.
Este colectivo ecologista ha solicitado que amplien la información sobre el tipo de enfermedad que presentan los árboles marcados y si se han explorado otras fórmulas que pudieran resultar eficaces frente a la tala. En este sentido, ha subrayado que entre 2015 y 2016 también se procedió a la tala de un número importante de árboles (unos 150 en San Bartolomé y casi otra docena más de falsos plataneros en el parque de San Bizente) ante la presencia de algun tipo de hongo, y la simple reposición de ejemplares no se presenta como una solución eficaz y definitiva, aunque sí de importante coste económico.

Por ello, EGUZKI insta al concejal-delegado del Área, Jon Andoni Uría, a realizar un análisis completo del arbolado urbano y, antes de proceder a la reposición, identificar las especies autóctonas más resistentes ante el tipo de enfermedad que está aquejando a los de otras especies y planificarla intercalando especies para evitar la propagación descontrolada de epidemias.
Asimismo, considera que de todos esos datos y de las especies con las que se va a repoblar nuestras aceras y parques debiera ser informada el conjunto de la población por ser de interés general,  dada la gran importancia que tiene el arbolado urbano para disminuir el efecto de "isla térmica" que conllevan las ciudades y mejorar la calidad del aire que todos y todas respiramos.
Siendo actualmente reconocido por toda la comunidad científica el valor del arbolado urbano como la herramienta más eficaz para combatir la contribución al "efecto invernadero" que conllevan las ciudadades y su recomendación de incrementar el número de ejemplares, el hecho de que nos encontremos en similar situación dos años más tarde, caminando en dirección contraria y "sacrificando" nuevamente un número tan importante de árboles, dirige inevitablemente la mirada o bien hacia la empresa encargada del servicio de jardinería por realizar un mantenimiento insuficiente, o hacia las personas responsables del área por una actuación negligente con consecuencias gravísimas para nuestros árboles,  para la calidad del aire, y todo ello con cargo al erario público.
Por último, subrayar que en su respuesta el sr. Uría señala la tala de algunos ejemplares que, "sin presentar enfermedad alguna, se aprecie riesgo de caida o la posibilidad de generar algún daño", lo cual apunta a una actuación absolutamente caprichosa en beneficio de algún otro tipo de interés absolutamente ajeno a la erradicación de la enfermedad que pudiera aquejar al resto de árboles. Igualmente, pedimos que se aporten razones, porque tal como se plantea resulta injustificable.
EGUZKI
12 de noviembre de 2017